La profesión del educador social
surge en los centros de menores, antes llamados reformatorios. En un principio
la profesión como tal no existía. Personas voluntarias comprometidas con lo
social y con las personas, realizan labores de educación social, formando,
animando, apoyando y ayudando a ciertos individuos y grupos a desarrollarse.
Personas y colectivos que han tenido difícil su adaptación a la sociedad.
Aspecto exterior de un centro de reeducación de menores de régimen cerrado.
Con el avance de las reformas
laborales también avanza la sociedad. Nace la llamada sociedad del bienestar. Se
reducen las jornadas laborales, aumentan los sueldos, se impulsa la economía y
disponemos de más tiempo libre, que todavía en esos tiempos de bonanza económica
no sabemos disfrutar. No estábamos acostumbrados y todavía una gran mayoría de
personas no habían salido de su ciudad. También toma un nuevo impulso el
turismo.
En ese momento es cuando se
profesionaliza la educación social. La universidad oferta la diplomatura de
educación social en los años 90. Es una profesión joven. Hace ya tres años, con el inicio del plan Bolonia,
se oferta el Grado en Educación Social en la UNED. Nuevas asignaturas y con variadas actividades prácticas.
Todavía recuerdo a uno de los profesores cuando nos decía que dentro de unos años se necesitarían muchos educadores sociales. No le faltaba razón.
Todavía recuerdo a uno de los profesores cuando nos decía que dentro de unos años se necesitarían muchos educadores sociales. No le faltaba razón.
Por lo tanto, la Educación Social
es muy joven y reciente como oferta universitaria, pero la figura del educador social cuenta con
varios siglos y se inicia en los reformatorios, hoy en día llamados centros
de reeducación de menores.